Tiramos de memoria y nos vienen a la mente, momentos, canciones, frases, promesas cumplidas e incumplidas y sobretodo personas que han pasado por nuestras vidas, algunas ya no están y otras afortunadamente siguen de alguna forma en nuestro presente.
Cuando llega el fin de cada año, no puedo evitar hacer repaso de lo vivido hasta ese momento, como tratando de dejar atrás todo aquello nos daña y buscando pensar que en el nuevo año que llega, vendrán aquellas cosas que siempre acabo echando de menos, porque soy de los que piensa que cada cual echa de menos aquello que no tiene. Es un defecto ese de no saber vivir el presente, de no saber darle el valor adecuado a aquello que tenemos.
Partamos de la idea de que para avanzar hay que dejar atrás, recuerdos de un pasado que fue pero que quedó atrás para mejorar, deberíamos ser conscientes de que en la vida los lastres hay que dejarlos atrás, liberarnos de todo aquello que nos frena para avanzar en nuestro camino, guardar en un cajón esos recuerdos de nuestro pasado para no abrirlo jamás. Y sí alguna vez vuelven a aparecer esos recuerdos en nuestra mente, tener la capacidad de sacar una sonrisa y aplicarlos a nuestro presente para no volver a cometer los mismos errores que antaño.
Probar y no dejar de probar, insistir para lograr aquello que anhelamos, y cada vez que perdamos, que caigamos, levantarnos, sacudirnos y seguir porque es el único camino. La vida consiste en construir recuerdos, todos no pueden ser buenos, pero pongamos de nuestra parte para que tengamos más recuerdos que vayan unidos a una sonrisa que a la tristeza. Pensemos que todo aquello que perdemos, será por alguna razón y que después vendrán otras cosas para ocupar su lugar.
Una de las cosas que deseo es que aparezca alguien que “pida más de mí”, lo pido a la vida y ya está claro que la vida eso no lo da, habrá que seguir luchando hasta entonces, porque al final en nosotros mismos está todo, las mejores realidades son las que nosotros vamos creando, muchas veces con dificultades, superando obstáculos, pero lo malos momentos se superan y me gusta pensar que siempre habrá alguien que hará lo inconfesable para que no nos hundamos.
Supongo que lo que tenga que ser, será, pero me gustaría tener en este 2017 algunos brotes de locura entre tanta cordura. Me viene a la mente eso que dice “Nunca te duermas sin un sueño, ni te levantes sin ningún motivo. Tampoco vivas por nadie que no esté dispuesto a vivir por ti. Recuerda que ningún día se parece a otro y que nadie se parece a ti. Que sólo hay una persona capaz de hacerte feliz y esa persona eres tú misma”.
FELIZ 2017.