«Callejón Sin Salida»

Supongo que todos nos hemos sentido alguna vez en la vida, como si transitaras por un callejón oscuro, envuelto en las tinieblas, una calle sin salida donde te falta el aire y cada vez te sientes más incomodo, hasta el punto de arrojar la toalla.

Moviéndote a estímulos, por inercia, sin saber muy bien dónde ir, sí llegas a algún lugar te sientes fuera de sí, envuelto de nuevo de esa oscuridad, te das cuenta que no puedes ser bueno para nadie. Y entonces sigues caminando con el único deseo que el tiempo transcurra, como si eso fuese a mitigar tu vacio pero luego descubres que nada, que todo sigue igual.

Y así van pasando los días, cuando llega un viernes quieres que llegue el lunes, e incomprensiblemente cuando se acerca ese lunes, no quieres que termine el domingo. Así de raro, así de duro, así de triste, así de real.

Todo resulta tan absurdo que cuando consigues ver una tímida luz, huyes hacia ella como si desearas huir de ti, de tu propia realidad y al llegar compruebas que a pesar de todo, todo es igual y el tiempo sigue pasando en un callejón de salida.

The-Runaway

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